El esquí alpino es un deporte de invierno que consiste en descender colinas y montañas cubiertas de nieve. Este deporte existe desde mediados del siglo XIX, aunque su popularidad aumentó considerablemente cuando se desarrollaron los remontes mecánicos para llevar a los esquiadores a la cima de las montañas. Hoy en día, la mayoría de las regiones del mundo con montañas y nieve ofrecen esquí alpino en invierno a los interesados, junto con el esquí de fondo y otros deportes de invierno. El esquí alpino es también una prueba de los Juegos Olímpicos de Invierno; los esquiadores pueden competir en varias pruebas dentro de esta disciplina.
El esquí en sí es un método antiguo para desplazarse y disfrutar del clima invernal. Las pruebas arqueológicas sugieren que la gente empezó a atarse cuchillas planas a los pies hace miles de años para poder deslizarse por la nieve, en lugar de arrastrarse por ella. El esquí de fondo, que consiste en desplazarse por un terreno relativamente llano, es un deporte de invierno muy antiguo, especialmente en el norte de Europa. De hecho, muchos militares del norte de Europa solían exigir el esquí como parte de su entrenamiento.
A mediados del siglo XIX, los noruegos empezaron a practicar el esquí alpino en gran número. El esquí alpino requiere que el deportista controle la velocidad y la dirección de su descenso, sorteando los peligros y llegando con seguridad al fondo. Con la ayuda de un remonte, es posible repetir un recorrido varias veces en el transcurso de un día de esquí alpino sin tener que caminar hasta la cima de la pista. Este deporte de invierno requiere cierta formación y habilidad; los esquiadores principiantes suelen tomar unas horas de clase antes de lanzarse a practicar este deporte por su cuenta, asegurándose de que entienden los principios básicos.
Una instalación típica de esquí alpino ofrecerá cursos con distintos grados de dificultad. Los esquiadores principiantes pueden seguir pistas relativamente sencillas mientras se acostumbran al deporte, mientras que los esquiadores con más talento pueden explorar pistas más desafiantes que requieren giros bruscos y una gran concentración. Algunos esquiadores compiten en slaloms, recorridos con giros bruscos y obstáculos en los que el objetivo es llegar primero al fondo. Las pruebas de eslalon son habituales en los Juegos Olímpicos de Invierno.
Si está interesado en aprender a esquiar alpino, busque una instalación de esquí que ofrezca formación básica, junto con pistas para principiantes. Es posible que quieras ir con un grupo, ya que puede ser más divertido, y busca el alquiler de equipos en el lugar para que puedas decidir si te gusta o no el deporte antes de invertir en suministros y materiales. Asegúrate de preguntar al instructor de esquí cualquier duda que tengas antes de empezar, ya que todos los instructores quieren que sus alumnos tengan confianza y seguridad en las pistas. Trabaja a tu propio ritmo y, aunque te animes a esforzarte para mejorar, no te salgas de tus niveles de comodidad, ya que el esquí alpino puede ser peligroso.